«Nací el 21 de enero de 1979, un miércoles. Sé que era miércoles porque para mí esa fecha es azul, y los miércoles siempre son azules, como el número nueve o el sonido de voces discutiendo». Así comienza Daniel Tammet, un inglés de 28 años, la historia de su vida, marcada por una enfermedad, el síndrome de Asperger: «Sufro una afección conocida como síndrome del genio autista, de la que se sabía poco antes de que la describiese el actor Dustin Hoffman en la película Rain Man».
A Tammet, tardaron mucho en diagnosticarle este síndrome, el mismo que padece uno de sus hermanos, de 21 años. Ahora lleva una vida de cierta normalidad, vive con su pareja y ha fundado una empresa de idiomas a través de Internet, además de una página propia (
http://www.optimnen.co.uk/).
De todos modos, hay actividades sencillas, como coger un autobús, buscar una calle o cubrir un impreso, que le suponen un notable esfuerzo.
A pesar de las dificultades, sostiene que si hace unos diez años «alguien les hubiese dicho a mis padres que yo iba a ser independiente, con una relación amorosa y una carrera profesional, no se lo hubiesen creído, e imagino que yo tampoco».